Pareja cumplirá 64 años de casados en la ciudad de León
Por: Orlando Chávez Esquivel.
Si Dios lo permite este próximo 22 de Enero cumplirán 64 años de casados en la ciudad de León el señor Noel Ernesto Esquivel Umaña de 89 años y la señora Socorro Valladares Arrieta de 82 años.
Este feliz matrimonio en la ciudad universitaria deja un legado de cinco hijos, sobreviven tres mujeres y un varón, 10 nietos y 12 bisnietos.
Son pocos los que pueden tener el privilegio de contar esta historia. Se trata de uno de los matrimonios más longevos en la ciudad de León con 64 años de matrimonio.
Un 22 de Enero de 1953 contrajeron matrimonio eclesiástico en la Real Basílica Catedral de León, Patrimonio Histórico Mundial de la Humanidad.
Los hijos de este matrimonio son: Angelita del Rosario, Marta Lorena, Noelia del Socorro, Francisco Noel y Erick Benito Esquivel (q.e.p.d.), 10 nietos y 12 bisnietos.
Además, el señor Noel Esquivel Umaña explicó que durante se matrimonio “han vivido en tiempos difíciles, pero nunca han dejado de amarse”.
“La muerte de mi hijo menor Erick Benito Esquivel Valladares durante la guerra en el Frente Sur (El Naranjo) el 28 de mayo de 1979 marcó mi vida en esa etapa, fue un golpe duro pero salimos adelante en medio de ese dolor”, dijo Esquivel.
Ellos como sus hijos quieren ayudarlos a preservar los recuerdos del amor que han compartido, ya que llevan 64 años de casados.
“Nuestro último deseo que tenemos es que Dios y la Virgen Santísima nos regalen muchos años más de vida para seguir siempre juntos”, dijo Esquivel Umaña.
“Nos queremos mucho. Nunca hemos tenido problemas en estos años de casados. Solo tenemos un último deseo: tenemos que morir juntos. Porque si uno de nosotros muere, el otro sentirá que ha perdido la mitad de sí mismo”, Puntualizo Esquivel Umaña.
Al cumplir los 64 años de casados y ver crecer a todos sus hijos, nietos, biznietos los esposos dicen que la clave de su éxito matrimonial consiste en respetar a su pareja y los demás que les rodean.
En el aniversario 64 de su matrimonio don Noel y doña Socorro se muestran felices y recuerdan con un ánimo envidiable, los buenos y los malos ratos de su reinado familiar.