Titular: Padre Peguero se va dejando un legado autentico en Villanueva y Nicaragua.
Por: Zoom Noticioso.
En 1968 llegó el padre Juan Bautista Peguero de la Rosa a la Parroquia Inmaculada Concepción del municipio de Villanueva, dando su servicio sacerdotal en esta localidad ubicada en el norte del departamento de Chinandega.
El padre Peguero dejó República Dominicana para misionar Nicaragua, sirviendo por más de cuatro décadas a los católicos del norte de Chinandega, convirtiéndose en el sacerdote más anciano de la Diócesis de León.
Feligreses hoy lo recuerdan como un hombre devoto, entregado a la obra de Dios de forma incondicional, quien caminaba una milla extra si se trataba de servir a los demás y ayudar al menesteroso. “Si nos remontamos a los años 60, recordaremos a un Peguero, como un ¡gran misionero! Ya que se trasladaba de un lugar a otro, para entonces era muy difícil el acceso en los caminos, pero eso a él no lo frenaba para ir a visitar a todas las comunidades de Villanueva ya sea a pie o a caballo en lo que sea se movilizaba”, compartió Francisco Martínez, feligrés activo en el ministerio del sacerdote, considerado casi un santo en Chinandega.
Martínez añadió que en esa misma década (de los 60) el padre Peguero fue párroco de todas las parroquias del norte de Chinandega. “Dejaba hasta de comer para compartir lo que tenía”, detalló Lesbia Esther Peralta, feligresa activa durante su ministerio, quien lo recuerda como un párroco que destilaba amor infinito para con los más desposeídos.
Por su parte, el padre Daniel Ibarra quien estuvo al cuidado del cura antes de su partida física y quien a la vez es sucesor, secundó lo dicho por la feligresa Peralta relatando que un día el guía espiritual estaba desayunando y en ese momento alguien dijo están confesando y espontáneamente dejó su desayuno y fue a servir.
El pueblo villanovense afirma que el legado del sacerdote Peguero pasará de generación a generación ya que en su ministerio también se patentizaron obras milagrosas. “Tenía una enfermedad incurable cuando él llegó al hospital donde me encontraba, hizo una oración y fui sana”, así lo recuerda Nectalia Escobar, feligresa católica que acompañó a Peguero en sus días activos al servicio sacerdotal.
Peguero dejó su familia, pueblo, país para venir a este pequeño poblado del norte de Chinandega sirviendo en el ministerio sacerdotal, escribió centenares de ejemplares de contenidos sociales y religiosos, dejando así un legado significativo que el pueblo de Chinandega y Nicaragua no olvidará.
¡Hasta siempre padre Peguero!